PARROQUIA PURUNUMA
Purunuma en el tiempo

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Para amar a la patria hay que conocerla. Basados en este principio de profundo sentido cívico y patriótico, como buenos ciudadanos comprometidos con el progreso debemos conocer la historia de la tierra que nos vio nacer, la siempre noble Purunuma.
La parroquia de Purunuma se localiza al noreste del cantón Gonzanamá. Se extiende desde los 3° 58’ hasta los 4° 15’ de latitud sur y desde los 79° 17’ hasta los 79° 24’ longitud occidental, comprendiendo una superficie aproximada de 150 kilometros cuadrados.
Colinda al norte con la parroquia de Nambacola del cantón Gonzanamá y parroquia el Tambo del cantón Catamayo; al sur con el cantón Quilanga; al este con la parroquia de Malacatos del cantón Loja y al oeste con la parroquia urbana de Gonzanamá, cabecera cantonal del mismo nombre.
Etimológicamente, la palabra “Purunuma” proviene de los vocablos quichuas: puru, que significa limpio - cristalino, y numa, que significa elevación - cerro; su significación es bastante poética, puesto que quiere decir “aguas cristalinas y puras del Colambo”. Además, debe su nombre a las parcialidades indígenas que antiguamente habitaron estas tierras y que respondían a los nombres de Purunumas y Colambos (Concacolas) pertenecientes a la nación de los Paltas y de los Calvas, cuya organización social y cultural fue notable, por su ferviente amor al solar nativo.
Antiguamente el pueblo fue formado por un asentamiento de caseríos aborígenes; según los datos históricos trasmitidos de generación en generación, se conoce que las primeras comunidades indígenas habitaron en la estribación norte del Colambo. Cada comunidad era gobernada por un cacique, quien como autoridad, distribuía el trabajo y las actividades tanto para cultivar la tierra como para realizar otras actividades de carácter social. Valiéndose de estas cualidades, durante la conquista española, sacerdotes y autoridades, sometieron a los caciques a planificar los trabajos colectivos, siembras y cosechas, aperturas de acequias, y para realizar el cobro de impuestos, alcabalas, diezmos y primicias.
La existencia del pueblo de Colambo data de los años 1500 – 1600. No hay datos concretos que hablen de los habitantes de ese tiempo. Sin embargo, se menciona a Juan Cango (1618) Cacique de Colambo, procedente de la parcialidad de Colanur. El cacique Pedro Leiva (1630) conocedor de los secretos curativos de la corteza de “Cascarilla” llamada Quina o Chinchona; preparaba con ella remedios para curar el paludismo, en ese entonces conocido como: fiebre terciana, por cuanto cada tres días se presentaban las fiebres.
Así, se cree que desde Purunuma fue llevada hasta Lima, la cáscara de la Quina, para curar a la Virreina Condesa de Chinchón, esposa del Virrey del Perú el Conde de Chinchón, doña Francisca Henríquez de Rivera. Sobre esto, el escritor peruano Ricardo Palma da a conocer este particular. Posteriormente, los Jesuitas de Lima llevaron a Europa la corteza de la “cascarilla” (1631) donde se la conocía como la “cáscara de Loja” llegando a venderse a precios muy elevados por sus propiedades curativas.
Algunos científicos llevaron semillas desde Loja, para cultivarla en países con similares climas como Java e Indonesia en Asia; produciéndose en grandes extensiones, para proveer de materia prima a la industria farmacéutica. Actualmente, la planta de la Quina ha sido declarada “árbol cantonal de Loja y árbol nacional del Ecuador,” aunque también es parte del escudo de la república del Perú, pues se trata de una planta de la Región Andina.
En 1720 el sacerdote Fray José Ruiz, designa con el nombre de Colambo, a la población asentada en las faldas del cerro del mismo nombre. Desempeñándose en ese entonces (1721) Sebastián Chamba como Cacique-Gobernador de San Pedro Apóstol de Colambo. Consecutivamente en 1751 el Cacique don Francisco Quinde dirige la construcción de una Iglesia y de otras obras en beneficio de los pobladores.
Según datos tomados del Archivo Parroquial de Gonzanamá, en 1760 Fray Vicente Ferrer y Fray Bernardino Coronel en sus libros de bautismo señalan que 190 personas han sido bautizadas en el pueblo de Colambo, con lo que se puede deducir que para la época era un número significativo de habitantes. Seguidamente en el capítulo: Documentos de la Edición Monográfica dedicada a la provincia de Loja Chantal Caillavet en: “Relaciones coloniales inéditas de la provincia de Loja”, en la revista CULTURA del Banco Central del Ecuador, menciona que Don Joaquín Añasco por el año de 1808, describe al pueblo de Colambo, como un asentamiento pequeño con quince casas y una iglesia en mal estado, sin lugar a dudas las transcripciones realizadas detallan la antigüedad y existencias de este pueblo.
Posteriormente, según información encontrada en el documento “Libro de Historia de la Escuela de la Parroquia Purunuma” el pueblo desapareció aproximadamente en el año 1820; debido a los frecuentes movimientos sísmicos y por el excesivo frio. Los pobladores se trasladaron unos a Quilanga y otros al caserío de Chalanga, donde actualmente se ubica la cabecera parroquial.
Como parroquia de la jurisdicción del cantón Loja, aparece en decreto ejecutivo del 26 de marzo de 1897. Junto con el resto de parroquias que hoy constituyen el cantón Gonzanamá. Luego de varias gestiones a nivel provincial y nacional el Ilustre Consejo Municipal de Loja tomando en consideración el número de ochocientos habitantes que poblaron dicho lugar, la instituyó 13 de septiembre de 1911 con el nombre de San José de Eguiguren, como recuerdo del Rvdo. Señor Obispo José Eguiguren. Años más tarde por mandato de la historia se registra su inauguración oficial el 13 de septiembre de 1940, con el nombre de “PURUNUMA”.
Finalmente en 1943 siendo presidente de la republica Carlos Alberto Arroyo del Rio, se crea el cantón Gonzanamá y la parroquia de Purunuma, pasa a ser jurisdicción de este nuevo cantón, hasta la actualidad.